En post anteriores (esto parece el principio de una serie xD) he comentado cómo utilizar un móvil como GPS para registrar nuestras rutas. Si bien puede ayudarnos para hacer nuestros pinitos en algunos tracks, a medida que vas metiéndote en el mundillo de actividades al aire libre, necesitarás algo más fiable.
Los móviles con recepción GPS suelen tener algunas dificultades al conectar con los satélites y muchas veces pierden la recepción de éstos.
Lo mejor es dar un salto a un GPS. Yo empecé con el Garmin Forerunner 305.
El cambio de móvil a este aparato fue sorprendente, sobre todo por la información de su pantalla. Los contrasfrente a otros modelos: Es muy endeble para utilizarlo en la montaña y su duración no sobrepasa las 12 horas. Para una carrera de ultra distancia no te sirve.
En su momento, hace ya casi un año, decidí hacerme con el Garmin Forerunner 310 XT.
Este GPS fue pensado para triatletas. Es estanco y sumergible. Muy robusto. Su batería dura unas 20 horas. Se recarga con un cable-pinza USB con adaptador de corriente.
Para transferir los datos, utiliza un USB con tecnología ANT inalámbrica. Un poco engorrosa para mi gusto. A veces tarda mucho. A mi me gustaría más que fuese con cable tipo mp3: buscas en la memoria del dispositivo el archivo generado dentro de alguna carpeta y lo descargas. Así nos dejaríamos de los problemas con los drivers, que por cierto, no da soporte a Linux :(
Algo que me encanta es que puedes configurarlo para que vibre en determinados mensajes o alarmas (pulsaciones, cada km, ritmo que quieras llevar...) Adiós a esos pitidos en medio del monte que tanto me desconcentran. Francamente, me ponen de los nervios.
La banda cardiaca es muy cómoda, sin ninguna zona plástica gruesa que moleste demasiado al respirar. Esto depende de lo que uno esté acostumbrado.
Puedes programar 4 pantallas donde recibir información directa de tu actividad. Cada pantalla la puedes dividir hasta en 4 partes.
Yo, por ejemplo, tengo la pantalla inicial dividida en 3 partes para los entrenos con tiempo total, ritmo medio y distancia que llevo. La segunda es para las carreras: tiempo, distancia, altura a la que estoy y ritmo cardiaco. En el tercero, el ascenso total y descenso total que llevo, que es un dato muy interesante cuando entreno por el monte y quiero saber el desnivel que he hecho. El último es un único panel en grande para la frecuencia cardiaca, así sé cómo voy gestionando mis energías, por ejemplo, en las subidas.
Además que estos datos que al final se registrarán en un track, puedes crear tus propias sesiones de entrenamiento, por ejemplo, 15 min. a ritmo entre 5:30 y 5:00 min/km +10 min. a frecuencia cardiaca entre 150-165 p.p.m. ....
Sólo apto para los más exigentes. Cada cambio te informará a través de un sonido o vibración , al igual que si te sales de los ritmos o zonas previamente establecidas.
Un aspecto muy útil es la navegación con el GPS. Puedes introducir rutas, ya sean tuyas o de otros (wikiloc, Garmin Connect...).
Una vez activado el trayecto, posees una brújula que te dirá qué dirección debes llevar para estar en el lugar correcto de la ruta. Otra pantalla genera un perfil de elevación para conocer la altimetría a la que te vas a enfrentar y por otro lado tienes un mapa muy básico donde te dibuja una línea de puntos (trayecto), situándote en él con una flecha marcando la dirección.
No es muy preciso y no recomiendo utilizarlo en zonas que no hemos estado antes si no se tiene práctica en la lectura de mapas. Para eso existen otros dispositivos.
Cuando termino de entrenar, subo el track a Garmin Connect, La aplicación web del fabricante para guardar, analizar y compartir, entre otras cosas, tus rutas. Los que me siguen en Twitter o Facebook saben lo que digo. Lo sufren casi a diario.
Les dejo el manual por si todavía hay alguien que los lee para informarse de los productos.
Ya hablaré la próxima semana de cómo exprimir al máximo Garmin Connect.
Y a lo largo de ésta, si nos deja la lluvia, nos veremos disfrutando de nuestros montes. :D
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